“Como una Danza” Beatriz Fernández.

Bajo estas tres palabras, ligeras, aladas, Beatriz Fernández nos presenta su libro. Escritos plenos de humana sabiduría… textos a los que quiero designar como poemas, (pues lo son) por su posibilidad de acceder al pensamiento, a la reflexión y al sentimiento; y poemas que son a la vez, un acto de libertad y de autenticidad, porque en sus palabras acontece su vida, con sus florestas y sus desiertos.



Versos que son textos, que trasuntan el fluir del río de su alma sutil y reflexiva. Indagación sincera. Euforias de otros días, o inmensas crisis personales de las que siempre ha logrado salir victoriosa, en su propósito de esculpirse una innegable personalidad ética y creativa. Lo sabemos, Beatriz Férnandez, es uno de los nombres icónicos dentro del mundo empresarial de este país. Trabajadora incansable, en ella se tendrá siempre a quien preguntarle por la dirección de una utopía (el sueño posible), o por el domicilio de una esperanza llevada a feliz término. De su cabeza han brotado un jardín de ideas destinadas a conseguir que nuestra cultura empresarial, se reconozca y se aprecie a sí misma.

“Escribo porque las hojas blancas del papel me escuchan. Porque es a ellas a quienes les cuento mi historia, mi intimidad y sueños”. Como el ave fénix, Beatriz ha sabido resurgir siempre, se diría, que casi de sus propias cenizas y desencantos, cada vez más viva, más combativa, más sostenida por su propia fe, más lúcida y lúdica. Siempre dispuesta a innovar y crear. Beatriz así eres… una fuerza de muchas pruebas enfrentadas y vencidas. Su ayer y su hoy.



Presentar para mí el libro de Beatriz Fernández en estas líneas equivale a celebrar el triunfo del tesón, la solidaridad y la fuerza de una mujer de quien puedo pensar que son todas las mujeres que el mundo ha inventado como si fueran lo que son: el más maravilloso invento de Dios. Ella le ha demostrado a la vida, que el trabajo y la voluntad son su energía secreta, una energía que la nutre y la dota de un poder secreto que conjura la tristeza o el tedio.

En este libro Beatriz prosigue buscándose a sí misma, con una palabra sencilla, honda, sin más voluntad que la de cavar y excavar en sí misma, en la soledad, pero siempre sin miedo. Por la escritura, Beatriz rehace su corazón y rehace su alma como “para limpiar el polvo que acumula una lámpara”, para decirlo con sus propias palabras y lo hace lúdicamente, con frescura, con espontaneidad desde el fondo del corazón. Deja correr bajo su mano, las alegrías y los pesares, las soledades y los encuentros, ya sea que esté habitando en el Exilio o en el Reino. Y así quiero subrayar que este no es un libro de empresa, es un libro de alma, emociones y de ensueños, un libro padecido y vivido. En el que la palabra testifica y deslumbra y nos captura con profundas reflexiones de vida.



Leerte es abordarte en tus recuerdos, y esos… son para toda la vida. 

Fausto Panneso.

Crepes & Waffles Colombia